BAQUERO NARIÑO, ALBERTO
La imaginería popular en las comunidades es la verdad sabida y poco pronunciada, en razón a temores sentidos y secretos que colectivamente se esconden o se guardan como un tesoro que es mejor no desenterrar. El origen analfabético proviene del patrón africano o del indígena. El origen culto o letrado llegó del europeo. El sentido ritual de las manifestaciones espirituales de latinoamérica, impone un determinado silencio.nnLo esotérico y misterioso de los mitos y leyendas es su principal vehículo de preservación porque encierra multitud de preguntas sin respuesta, como la fé de los fanatismos y las creencias comunes.nnEste aire tenebroso de algunos relatos que surgen en la oscuridad y se maximalizan en ella, es un atractivo intenso para su difusión cosmopolita y la verdad rural de muchos habitantes.nnEl refranero del pueblo que como las creencias míticas llegaron y se continúan transmitiendo por tradición oral, es sabio en la síntesis de muchas situaciones:nn"No creo en brujas, pero que las hay, las hayu0094. Con este refrán queda intacta la creencia popular pero a la vez se advierte que el sujeto no cree en ellas. Es algo así como el ateo criollo cuando afirma: u0093Por Dios Santísimo, no creo en Dios".