LA CABEZA PERDIDA DE DAMASCENO MONTEIRO

Siu00a0Sostiene Pereirau00a0puede ser interpretada como un homenaje de Antonio Tabucchi a la ciudad de Lisboa,u00a0La cabeza perdida de Damasceno Monteirou00a0puede verse como un tributo a Oporto. Sin embargo, ésta no es la única clave de lectura; en ambas obras, el escritor italiano se ocupa del pasado de las democracias europeas y nos ofrece una mirada crítica sobre el presente. En este sentido,u00a0Sostiene Pereirau00a0revive la Europa al borde del desastre de la Segunda Guerra Mundial y en plena guerra civil española, mientras queu00a0La cabeza perdida de Damasceno Monteirou00a0denuncia la corrupción policial y judicial portuguesas de finales de siglo, un incómodou00a0espejo para el resto de los países del Viejo Continente.Asimismo, no cabe duda de que Pereira, un personajeu00a0inolvidable, consiguió que los lectores italianosu00a0tomaran la novela como un símbolo de resistenciau00a0frente a la llegada al poder de Berlusconi en 1994. Por suu00a0parte, Firmino y Fernando de Mello Sequeira u2014mejor conocido como Lotonu2014 no sólo pusieron de manifiestou00a0el abuso de poder, la tortura y la represión hacia lasu00a0minorías marginadas aún existentes en Europa, sino queu00a0contribuyeron a resolver el suceso real en el que se basóu00a0la novela: la muerte de Carlos Rosa u2014un ciudadano deu00a0veinticinco añosu2014 a manos de un sargento de la Guardiau00a0Nacional en 1996.