OBRERO, MARIO
En la fosa común de Pernafeites, en Miravet (Tarragona), yacen un centenar de soldados republicanos. Sobre sus cadáveres brotaron débiles los cerezos, como si u2014pese a todou2014 la vida y la belleza quisieran pasar página; pero el payés que trabajaba la tierra decidió, con su gesto u2014los versos nos lo cuentanu2014, que ganase la memoria. Esta voluntad la comparte Mario Obrero, una de las voces más rotundas de la nueva poesía española, escribiendo que u00ablos ojos desnudos quieren plantar cerezas sobre la muerteu00bb. Cerezas sobre la muerte recoge un poema de memoria histórica y un poema de lenguasu2014euskera, asturianu, castellano, català y galegou2014, construido desde las imágenes que se escriben y desde las imágenes u2014acuarelas y collagesu2014 que se pintan. Lo decíamos: muerte y vida, belleza y reparación; versos para el futuro sobre el compromiso del lenguaje y las posibilidades de la poesía para mirar u2014y pensaru2014 la realidad y el origen.